Os voy a contar un caso que me pasó el primer día que volví a pronosticar en este 2025, hace justo un mes.

La mayoría de tipsters estudiamos las jornadas sin saber aún que cuotas van a sacar los partidos. Así que, estipulamos unas cuotas de manera totalmente subjetiva. 

El primer partido de la jornada en la segunda división de México lo jugaba el filial del Correcaminos con el Irapuato.

Por plantilla y rendimiento de la primera vuelta, el equipo de Irapuato debería de ser favorito. Yo supuse que lo sacarían a una cuota entre el 1.50-1.60 pero el valor del pick a la victoria de los visitantes estaría rondando el 1.80.

Bien, el día antes del partido, las casas de apuestas sacaron la victoria de Irapuato a 1.20 y el handicap -2.25. La victoria de Correcaminos rondaba la cuota 8.

Claro, al ver estas cuotas, desde mi punto de vista, el valor pasaba del equipo visitante al local. 

Como comentaba, la cuota de Irapuato estaba muy lejos de lo que, a mi parecer, era la diferencia de nivel entre ambos conjuntos.

Por lo tanto, si hubiese salido la victoria de Irapuato a 1.80, hubiese apostado por esa win. Pero dado la cuota tan baja, metí el handicap +2.25 de Correcaminos.

Bueno, el resultado final fue de 3-0 para Correcaminos. Que como os he comentado antes, se pagaba a cuota 8.

Finalmente, elegí la opción correcta, ¿Verdad?

Claro, aquí se podría decir que soy buenísimo y que vaya pedazo de pick que me he marcado.

Pero vamos a profundizar mucho más, y no vamos a quedarnos solo en el acierto.

¿Que hubiese pasado si las casas de apuestas hubiesen sacado la victoria de Irapuato a 1.80? Claramente, hubiese entrado a esa victoria.

Entonces, como perdió 3-0, se podría decir que soy malísimo y que vaya mierda de pick he tirado…

Donde quiero llegar con todo esto es, ¿Soy un tipster muy bueno o muy malo?

Al fin y al cabo, los tipsters calculamos probabilidades y valor en las apuestas.

Casos como estos los hay cada fin de semana, aunque no tan exagerados. Pero los hay.

Se puede acertar o fallar, pero ya están las estadísticas para marcarnos si lo hacemos bien o mal.

Por eso, ni se es tan bueno por haber acertado un pick, ni se es tan malo por fallarlo.

Como cada cosa que se hace en la vida, en cualquier ámbito, hay que ir más allá y verlo desde un prisma más alejado.

Me parece un gran ejemplo para que los seguidores y clientes podáis entender un poco como actúa el tipster.

Espero que lo hayáis comprendido y que os haya gustado.

Nos leemos la semana que viene.

Tití

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_Bajas

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